NO EXPECTATIONS

Artículos

Escrito Creativo por Maria Elena Pàmies Lafuente, escritora, madre de AACC y creadora de imparavles.com

He aprendido a no crearme expectativas, porque siempre me acababan decepcionando. Cuando era pequeña y esperaba ansiosa una Navidad de cuento, nunca nevaba (porque aquí no nieva y nadie me lo había dicho). Cuando esperaba que la orquesta tocase una lenta, él no me sacaba a bailar (porque ni me había visto, invisible como era yo). Cuando esperaba las felicitaciones de mis padres por las buenas notas, se limitaban a decir “todo como siempre, ¿verdad?” (porque los tenía acostumbrados, y lo que tienes ya no lo valoras). O cuando salía el sábado por la noche esperando solo una mirada, pero ni eso (porque yo seguía siendo invisible a los ojos de los chicos, como lo había sido antes de los niños, como lo sería después de los hombres). Después esperaba una llamada, una palabra, una sonrisa que nunca llegaba… Esperando. Siempre esperando. Siempre ausente del presente. Siempre fuera. Fuera de la realidad. Fuera de mí. Siempre en un mundo imaginario e irreal donde ni siquiera conseguía escribir el guion, porque nada salía como yo quería.

Ahora ya no lo hago. Ahora me dejo sorprender. Doy gracias al cielo cada día al despertar y lo miro todo como si fuese nuevo. Más que mirar, admiro. Y me admiro. Me admiro de la claridad de la mañana, del azul del mar. Me admiro del vuelo de los pájaros, del aroma del jazmín que crece en un rincón de mi terraza. Me admiro de los silencios, de los ruidos. Me permito descubrir ꟷo mejor dicho redescubrirꟷ los colores, las texturas. El sabor de un vaso de agua. Y mi imagen en el espejo, que me sorprende cada día como si fuese nueva. Cuando me veo reflejada en él paro el tiempo y admiro los detalles. ¿De verdad soy yo la mujer que me devuelve la mirada? Me fascina mi mirada. En ella me veo el alma, las luces, las sombras. Me lo digo todo con los ojos: las verdades más evidentes, los secretos más ocultos. Y me reconozco, sin duda. Me completo con las cejas, la frente, la nariz. Los labios. El cabello gris, que ahora insisto en no ocultar ya más porque lo quiero auténtico. Y vuelvo a mi mirada, que brilla como no lo ha hecho en años.

Y así me has encontrado, con aquella inocencia propia de los niños, que se dejan sorprender por cualquier cosa. Que no esperan nada y lo agradecen todo.

Y así has entrado en mi mundo, cuando nada buscaba: como un regalo que me hace la vida.

Gracias.

Maria Elena Pàmies Lafuente
Soy la creadora de imparavles.com Mujer de altas capacidades (sin detectar hasta hace poco) y madre de dos adolescentes que también lo son. Tras superar años de baja autoestima por no encajar en ningún sitio y sentirme distinta, he decidido enfocar mi proyecto personal a acompañar a adolescentes de altas capacidades a aceptar esta diferencia y aprovecharla para que vivan sus altas capacidades como una oportunidad y no un problema. Para ello les doy herramientas que les permitan desarrollar una excelente gestión emocional.