Ser un estudiante sobredotado en México

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Por Juliette Rea

¿En qué piensas cuando lees sobredotación intelectual? Seguramente en una persona adulta con grandes logros y aportaciones en el ámbito científico. No es un mal ejemplo, pero hay muchos más tipos de personas con un CI mayor a 130, entre esas niños y adolescentes. A la mayoría de personas les es un tanto difícil el llegar a pensar que un niño es sobredotado, si lo pensamos detenidamente suena muy ilógico ya que todo adulto con esa habilidad en algún momento fue niño.

México es uno de los países más atrasados en cuánto a educación, por lo que también lo está en las necesidades especiales que tenemos algunos alumnos del país. Esto nos trae varias consecuencias como profesores poco preparados y una gran falta de atención hacía nosotros. A continuación, hablaré desde mi experiencia personal y trataré de enfocarme en cosas que sé que son por las que muchos chicos sobredotados hemos pasado.

Yo fui diagnosticada con sobredotación intelectual (con un CI de 136) hasta los 12 años. Sin embargo, desde que empecé a leer a temprana edad fue como si todo se acelerará para mí, todo el tiempo estaba aprendiendo algo nuevo, por lo que en la escuela me aburría terriblemente y para mi mala suerte los profesores en vez de apoyarme a ir más allá de lo que enseñaban en la escuela solamente me dejaban ahí sin hacer nada e incluso algunos llegaron al punto de ignorarme (al igual que mis compañeros). Ese rechazo me llevo al psicólogo, quien intuyo, pero no pudo confirmar el nivel de mi inteligencia superior al de mi edad. 

Mi ingreso a la secundaria venía acompañado de un papel mandado por la institución del gobierno que me hizo la prueba de CI, en este se pedía que hablarán con mis profesores para que estuvieran al tanto de mi situación.  “Las personas le temen a lo que es diferente” es una frase que no recuerdo donde la vi, pero me parece muy adecuada para nosotros. Regresando a mi experiencia en la secundaria, mi madre pensaba que gracias a eso finalmente podría estar a gusto en una escuela, pero lamentablemente no. Algunos profesores no le dieron importancia y me trataban con normalidad, pero otros comenzaron a cuestionármelo todo, esperando el momento en que me equivocará para hacerme menos que al resto.

La mayoría de los profesores que he tenido no han tenido ni siquiera la iniciativa para entender y saber cómo tratar a niños como yo, sé que no es su obligación, pero tampoco es para que se lo tomen como burla o como un ataque hacía ellos. De hecho, hubo un tiempo en que me enojo tanto qué pensarán que todo lo que les decía era para molestarlos que comencé a hacerlo, lo que me llevó a tener varios problemas con profesores y directivos de la escuela.

Por años traté de ocultar esto, no quería sentirme diferente a mis compañeros. Me cansé de recibir comentarios como “Si eres tan lista, ¿por qué no sacas 10 en todo?”, “Sí realmente tuvieras ese CI no estarías aquí”, “Se supone que deberías saber eso” o la que más odio “¿De qué te sirve toda esa inteligencia si no haces x cosa?”. Gracias a esto me negué a hacer muchas cosas por mí y por mi futuro. Me costó mucho tiempo poder aceptarme como soy y entender que la opinión de la gente no debería de importarme mucho, en especial cuando esta es negativa.

La educación pública en México no está preparada para atender chicos con sobredotación, pero existen algunas asociaciones que solamente dan clases extracurriculares para nosotros, lamentablemente no todos pueden pagar estas y nos toca buscar por medio de otras opciones.

Mi nombre es Juliette, tengo un CI de 136, soy estudiante de último año en el CCH perteneciente a la UNAM, me gusta escribir en mis tiempos libres sobre cualquier tema.